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Como hemos visto en ocasiones anteriores existen muchos motivos que influyen en el clima laboral de una empresa. La clave de éxito radica en potenciar la motivación y la felicidad de los empleados, así como en identificar y eliminar aquellos factores que limitan la creatividad. El día de hoy hablaremos de todo lo que puedes hacer para mejorar el ambiente de trabajo de tu empresa.
Clima laboral
Algunas empresas han mencionado que las mejoras que han experimentado dentro de su empresa se deben a un enfoque diferente de recursos humanos, donde los encargados de mediar la productividad y eficiencia se preguntaron lo siguiente: ¿Qué esperan las personas de la empresa? ¿Quieren ganar más dinero? ¿Buscan mayor seguridad, oportunidades de crecimiento, desarrollo y formación?
Un estudio realizado por el psicólogo Fredrick Herzberg, establece la existencia de dos tipos de factores que impactan en gran medida sobre los empleados. El psicólogo denomina al primer factor como “factores de higiene” los cuales mantiene un cierto de nivel de resultados, y si son percibidos como negativos pueden llegar a generar insatisfacción y la disminución del rendimiento.
El segundo tipo de factores se encuentran relacionados con el trabajo que cada empleado desarrolla. Aquí se analiza las capacidades que tienen, la eficiencia en la ejecución de sus tareas y el clima laboral.
¿Cómo mejorar el clima laboral?
No debemos olvidar que un empleo saludable propicia mejores resultados, empleados felices desarrollan un mejor desempeño. Para cambiar la atmósfera empresarial se deben considerar los siguientes aspectos:
Flexibilidad y mayor conciliación: Vivimos en tiempos diferentes, donde las necesidades de las personas han cambiado. Si bien muchas empresas no consideran aumentar salarios lo que sí deben considerar es la flexibilidad en su entorno laboral. Para que una empresa se desarrolle profesional y personalmente se recomienda establecer metas y objetivos, elementos que vean más allá de un horario fijo.
Autonomía en la decisiones: Cuando un empleado ejecuta tareas sin supervisión, es capaz de decidir y actuar independientemente, favoreciendo el clima laboral.
Escuchar: Un buen líder debe ser flexible, ya que podrán presentarse diferentes situaciones que van a requerir de su tiempo. Escuchar a los empleados, comprenderlos y apoyarnos permite mejorar las relaciones interpersonales y crear un ambiente basado en la escucha y el interés.
Comunicación periódica: Lo de hoy ya no es una estructura organizacional vertical, donde los jefes no comunican las decisiones importantes, sino que se busca una estructura horizontal donde todos sepan lo que pasa con la empresa y las decisiones que se toman en ella. Los empleados siempre deben participar y conocer los elementos más importantes de su lugar de trabajo.
Formación: Las empresas deben motivar a sus empleados a través de cursos y actividades formativas, fijas metas periódicas que les permitan adquirir nuevos conocimientos que sumen a su carrera profesional. Cuando una empresa se preocupa por sus empleados, ellos se preocupara también por su lugar de trabajo.
Una empresa es más que un negocio, es un hogar, es un espacio de crecimiento, aprendizaje y comunicación. Si quieres conocer herramientas que te permitan analizar la situación de tu organización visita nuestra página.
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